Nuevas tecnologías en la pesca

El sector pesquero tiene mala reputación por las condiciones de trabajo peligrosas y deficientes. La nuevas tecnologías podrían ayudar a resolver algunos de los problemas del sector, pero lamentablemente, por el momento, la mayor parte de la tecnología se utiliza para ayudar a localizar los peces o mejorar las comunicaciones entre los buques, y entre los buques y la costa.

Este es un avance positivo puesto que los pescadores pueden utilizar el equipo para comunicarse con sus familias de manera más sencilla, pero no transforma sustancialmente sus condiciones de trabajo.

Hay indicios de nuevos usos de la tecnología en el sector. En algunos ámbitos se utiliza la tecnología de cadenas de bloques para supervisar las capturas y reducir la captura accidental, y en algunos casos se utiliza para prevenir el uso de mano de obra esclava. Sin embargo, la tecnología se utiliza principalmente para supervisar las capturas, lo cual muestra las prioridades de la industria.

La tecnología podría ser utilizada para supervisar las condiciones de trabajo de manera más eficaz, aunque dicha eficacia depende de que la legislación se aplique en tierra, en concreto en relación con los capitanes, o propietarios de los buques, donde se producen los malos tratos.

Por ejemplo: las cámaras podrían transmitir el material grabado a bordo a las estaciones terrestres de control. Fichar electrónicamente permite supervisar las horas de trabajo de manera más precisa. Los chips biométricos o las aplicaciones móviles podrían utilizarse para determinar los niveles de fatiga entre la tripulación. Micrófonos a bordo podrían grabar la forma en que los capitanes tratan a la tripulación.

Los pagos podrían realizarse en forma electrónica a los teléfonos móviles a fin de garantizar la transparencia y el pago puntual de los salarios. Todos los datos podrían registrarse en una cadena de bloques para garantizar que se aplican las reglas.

Las inspecciones regulares de los buques podrían utilizarse para elaborar clasificaciones de los buques, capitanes y empleadores a fin de conceder a los pescadores un margen de elección sobre si quieren aceptar o no un empleo. Las compañías que no aprobaran dichas inspecciones regularmente podrían ser multadas o sancionadas.

Y por supuesto, la tecnología de la comunicación podría utilizarse para garantizar que la tripulación puede comunicarse habitualmente con su familia y sus sindicatos.

No obstante, si los gobiernos no están dispuestos a aplicar las leyes laborales, ni a imponer esos usos de la tecnología, el incentivo para los propietarios y capitanes de buques siempre será el de bajar el costo de la mano de obra. Esto indica que es preciso contar con un enfoque internacional para resolver muchos de los problemas sistémicos del sector.